Por qué dejo la enseñanza

Hace tiempo que quería escribir esta entrada en «La vida es cuento», pero no me resulta nada fácil. De hecho, esta entrada ha sido culpable en parte de mis prolongadas ausencias. Porque se me hace un nudo en las teclas cada vez que pienso que tengo que escribir que voy a decir adiós a una de las etapas más maravillosas de mi vida. Y porque esta es una entrada demasiado personal, más para compartir a media voz con los amigos junto a unas cervezas y unas risas, como tantas otras veces, que para lanzarla al océano cibernético.

Pero al fin y al cabo también me apetece compartirla con quien se pasa por aquí con cierta frecuencia y agrado, ahora que quedan tan pocos, y me conoce mejor de lo que me imagino, aunque nunca nos hayamos visto.

Han sido diecisiete años dedicados a la enseñanza, posiblemente una de las profesiones más hermosas, arriesgadas, intensas, paranoicas, difíciles y divertidas que uno se pueda imaginar. Y cuelgo la tiza no por combustión o cansancio, sino porque creo que mi camino ha llegado a una encrucijada también inesperada y sorprendente para mí, aunque llevo más tiempo del que me gustaría reconocer pensando que tarde o temprano llegaría hasta aquí.

Y yo, que lo tenía tan claro hace apenas tres párrafos, ahora ya no sé cómo seguir, si continuar con una introducción que empieza a ser demasiado larga o soltar así, de sopetón, como quien dice que ya ha llegado el verano, que he pedido una excedencia y que me voy a Pamplona para acabar en la Universidad de Navarra los estudios de teología y si Dios quiere y yo no cambio de opinión quizá ordenarme sacerdote dentro de tres años.

No, me temo que de sopetón puede sonar demasiado fuerte. Es preferible decirlo poco a poco, para que quien lee se vaya temiendo lo peor y al final diga «ah, bueno, pues tampoco era para tanto». O «ya me lo imaginaba yo, si se veía venir». O tal vez lo mejor sea borrar todo lo escrito hasta aquí, cambiar de tema y volver a intentar escribirlo un poco más adelante, cuando encuentre las palabras adecuadas.

He de reconocer que cuando se lo he ido comentando a mis amigos y compañeros, la reacción ha sido fantástica, a pesar de que tengan puntos de vista no distintos, sino contrarios a los míos en muchos aspectos… Pero no en otros muchos, porque por algo somos amigos. Ha habido algún cariñoso «no me jodas», pero lo más frecuente ha sido «me alegro un montón, si así eres feliz»… Y he tratado de explicarles que, aunque espero ser feliz así, mi planteamiento inicial no ha sido ese. No me he puesto a pensar a qué me podría dedicar porque la enseñanza ya no me llenaba. No es eso y lo saben. Lo que pasa es que no es fácil de explicar, ni de entender, y más si uno no tiene fe. Es Dios quien llama, quien elige al que le da la gana porque ya se ve que le gusta lo de «tiene que haber de todo en la viña del Señor». Y si uno piensa que Dios le llama, lo mejor que puede hacer es decirle que sí, porque Él sabrá lo que hace. De todas formas, también soy muy consciente de que lo mismo en un par de años he decubierto que no he oído bien, que no era este mi camino, que no me llamaban por aquí y vuelvo con ilusión renovada a las aulas, porque hay quien me ha colgado la sotana antes de haberme ido.

En fin, dicho queda, casi que no voy a releerlo porque, si no, acabaré por no publicarlo. Si eres de los que tienes fe, se agradecen oraciones, si no, por lo menos el intento de comprensión… y, en cualquier caso, la sonrisa.

25 comentarios en “Por qué dejo la enseñanza

  1. Pues creo que tus alumnos pierden a un profesor muy, muy bueno y también una muy buena persona. Al menos yo he aprendido mucho de ti. Pero bueno, esto es lo que dicen: si es tu vocación, adelante y a por todas. Muchísima suerte 🙂

    PD: Esto es muy triste, es la tercera vez que me dice el blog que he fallado la respuesta a la pregunta. Y eso que la respuesta está en la pregunta.

    Me gusta

  2. Estaba toqueteando mi tablet esta tarde de viernes y al dar al facebuk y ver que Edu, al que sigo e-fielmente, publocaba pinche y lei

    «cuelgo la tiza…» y pienso se dedicara a escribir… a los negocios

    «me voy a Pamplona a terminar los estudios…» Que se ordena. Ya te encomendaba ahora mas y que sea lo que Dios quiera.

    Me gusta

  3. Habrá gente que comparta tus ideas y decisiones y gente que no, pero lo que es seguro es que todos deben respetarlas porque cuando alguien tiene unos principios, unos valores, un código y los cumple, es digno de admirar. Es de admirar lo que vas a hacer Edu, más allá de que lo comparta o no, y por eso te deseo lo mejor en esta nueva aventura que vas a empezar. Por Valdebernardo se te recuerda mucho (para bien) y siempre te estaremos esperando para echar un partido de la Liga Fantástica, y ya sabes, aunque no llueva jejejejej. Un abrazo muy fuerte y que sepas que el mundo de la enseñanza pierde un estupendo profesor, Miguel Blanco.

    Me gusta

  4. Qué te voy a decir, Edu. Que enhorabuena y te encomendaremos. Y espero que podamos seguir nuestras disquisiciones sobre la ortografía de nuestros alumnos. Un abrazo.

    Me gusta

  5. ¡ Pero hombre! se me ocurre decir todo lo que ya has escrito, «no me j……» «Ah bueno no es para….» «ya me lo imaginaba yo, si se veía venir».

    Lo mejor es: que sea lo que Dios quiera y que rezare mogollón por ti, me alegro muchísimo.

    Un fuerza abrazó.

    No entiendo la pregunta, que es un caballo?

    Me gusta

  6. Doy fe (y no es un chiste) de aquel «no me jodas» de Julio, jejeje. Mucho ánimo y que todo te vaya bonito. Imagino que si no en algún VIPs se te podrá seguir por aquí. ¡Una brazo!

    Me gusta

  7. Mucho ánimo, y suerte con tu discernimiento. Cómo has dicho cada uno hace lo que cree que es mejor para ser feliz y si crees que esto lo es, adelante. Seguir los designios es difícil y tiene mucha valentía dejarlo todo por ello.

    Me gusta

  8. No me j… Pero si así crees que vas a ser feliz… Pero, sobre todo si así vas a hacer lo que piensas que Dios te pide. Pero si piensas que así vas a seguir ayudando mogollón. Pero si así piensas… No te preocupes que Dios siempre es un buen pagador y si eres generoso, seguro que es para mucho bien, no sólo tuyo, sino… ¿de toda la humanidad?

    Me gusta

  9. ¡Enhorabuena Eduardo! Me ha hecho mucha ilusión esta última entrada de tu blog, me acordaré de encomendarte especialmente, un fuerte abrazo.

    Me gusta

  10. Llevo unos minutos mirando el teclado y sin saber que poner. Impactada, fría, admirada por esa valentía al tomar una decisión tan trascendental. También disgustada, enrabietada porque nos van a arrebatar tus palabras, o por lo menos nos las van a limitar durante un tiempo. Por supuesto que todos deseamos que seas feliz, en Valdebernardo, en Madrid, en Navarra… o donde sea. Pero me gustaría que me aclarases si es un adiós, un hasta luego, un «que os vaya bonito»… Porque aunque no lo creas, tienes un efecto terapeútico en muchos de tus lectores. Voy a ser egoísta y a pedirle a Dios que te siga inspirando, porque la vida va a seguir siendo cuento, y algunos necesitamos que nos la sigas contando, bien aquí o donde tú desees. Muchos de nosotros te seguiremos. Gracias, juglar. PD: Felicidades a todos aquellos que dentro de un par de años, más o menos, te oirán contar todos los días esas maravillosas historias. QDTB.

    Me gusta

  11. Eduardo , no voy a mentirte , ya lo sabía. Sin embargo , solo ahora que tú lo has dicho , lo he creido y es que las informaciones las prefiero de la propia persona , a traves de… siempre se tergiversan las cosas.
    LLevo dias intentando escribirte algo . Pero primero he querido asimilarlo.
    Aunque no te conozco personalmente , me haces sentir «envidia sana» te lo aseguro.
    Serás un símbolo de valentía y de entrega total a Cristo ,estoy segura.
    Aunque nuestra Iglesia actual no es un museo de santos sino un hospital de pecadores ,necesitamos hombres como tú , que se impliquen .
    Ser sacerdote hoy en dia es un desafio maravilloso, como decía R. Trossero «a Dios le sobran propagandistas y le faltan testigos».
    Solo quería pedirte que sigas escribiendo , contando……..

    Gracias por tu sacrificio y que Dios te bendiga.

    Me gusta

  12. Eduardo , no voy a mentirte , ya lo sabía. Sin embargo , solo ahora que tú lo has dicho , lo he creido y es que las informaciones las prefiero de la propia persona , a traves de… siempre se tergiversan las cosas.
    LLevo dias intentando escribirte algo . Pero primero he querido asimilarlo.
    Aunque no te conozco personalmente , me haces sentir «envidia sana» te lo aseguro.
    Serás un símbolo de valentía y de entrega total a Cristo ,estoy segura.
    Aunque nuestra Iglesia actual no es un museo de santos sino un hospital de pecadores ,necesitamos hombres como tú , que se impliquen .
    Ser sacerdote hoy en dia es un desafio maravilloso, como decía R. Trossero «a Dios le sobran propagandistas y le faltan testigos».
    Solo quería pedirte que sigas escribiendo , contando……..

    Gracias por tu sacrificio y que Dios te bendiga.

    Me gusta

  13. Eduardo,eres un grandisimo profesor(a pesar de que me suspendieras) y me apena saber q no voy a verte el año q viene x los pasillos,pero la vida esta para vivirla y ser feliz,si eso te hace feliz pues a por ello,pero recuerda q siempre abra alumnos deseosos de aprender y tu eres muy bueno en enseñar,asi que nada,se te echara de menos 🙂

    Me gusta

  14. Muchísimas gracias a todos por vuestros comentarios. La verdad es que tanta amistad y cariño me dejan abrumado y sin palabras, a mí, que habitualmente me sobran (las palabras, no la amistad y el cariño)…
    Julio, fue admirable tu capacidad para pasar rápidamente del «no me jodas» al «me alegro mucho» (aunque esto segundo ya no sé si es tan literal).
    Guillermo Julián, te agradezco no solo los piropos, sino el empeño por conseguir publicar un comentario en esta plataforma, que es realmente desesperante.
    Tacuetob, habrás visto que también he empezado a e-seguirte. Hay que ver la cantidad de buena gente que uno descubre por aquí.
    Miguel, hay que montar un partido de la liga fantástica para la semana que viene, aunque mucho me temo que lo de la nieve lo vamos a tener difícil.
    Santi, cuento con tus oraciones… y con que me sigas pillando a mí también en algún renuncio ortográfico.
    Jesús, qué grata sorpresa encontrarte aquí, en el blog. El mundo es un pañuelo y desde que está Internet , es un pañuelo mucho más pequeño.
    Guillermo, espero que sí, que no te canses de pasarte por aquí de vez en cuando… Y espero que consigamos la quedada juniana en el famoso VIPs de Julio.
    David, ya veo que sigues pasándote por aquí de vez en cuando. Muchas gracias por los ánimos.
    Nacho, ¿qué te voy a contar que tú no sepas?
    garry, no es por j…, pero al «ti» de tu comentario le sobra la tilde (me voy de la enseñanza, pero matando).
    Javier, muchísimas gracias. Sentí no poder asistir el jueves pasado al funeral de tu padre y me avergüenza no haberte escrito ni siquiera un correo. Mucho ánimo.
    c, gra…cias. Pero no he conseguido identificarte.
    chente_gs, me alegro también de verte a ti por aquí. Espero que todo te esté yendo bonito.
    Begoña, no te preocupes, que no creo que os vayáis a librar de mí tan fácilmente. La vida seguirá siendo cuento, allá donde esté, y algo habrá que escribir y más sabiendo de las hasta ahora para mí ignotas propiedades terapeúticas del blog.
    Somozas Somozas, se empezaba a echar de menos que las entradas del blog no estuviesen completadas con tu colofón. Gracias por tan hermosas palabras… Y por el regalo musical.
    Sandra, si fuese tan buen profesor como dices, me temo que no habrías suspendido… Mucho me temo que yo también echaré de menos los silenciosos pasillos del instituto. Y lo que no sé es dónde voy a conseguir la ración de sonrisas y saludos que me desayunaba todos los días…

    Me gusta

  15. Hola, acabo de encontrarme con esta historia a través de Facebook. No te conozco de nada, pero le doy gracias a Dios por su llamada para que sirvas a la Iglesia desde el sacerdocio. Cuenta con mis oraciones en este día, un abrazo muy fuerte

    Me gusta

  16. ¡Pues adelante con ello! ¿Te podremos seguir viendo con cierta asiduidad? ¿Te podremos seguir leyendo en este/algún blog?
    No te voy a decir que rezaré por ti ni que te encomendaré ni nada de eso. No tiene sentido. Si vas a terminar de estudiar teología y tal vez a ordenarte sacerdote, lo más lógico es que seas tú el que rece por todos los demás. Así que dale, deja de pedir y disfruta.

    Me gusta

  17. Güendiez… !!!
    Edu, sabía que fue el día del cumpleblog la última vez que pasé por aquí. Me estaba recuperando y … toma!! … me lo he leído un par de veces, para tratar de captar todos los matices. Enhorabuena!, que seguro que lo es y, como dicen por aquí, «bon courage»… y lo demás vendrá, claro que vendrá.
    Recuerdo un comentario que me hizo Rafa, hace bastante tiempo, de una conversación contigo… aquí está!, claro.
    Un fuerte abrazo… y gracias!

    Me gusta

  18. Querido e-Edu:
    Me dio un vuelco el corazón con lo de que dejabas la enseñanza, pero luego me acordé de nuestro último intercambio electrónico y me di cuenta que te referías al mundo de la tiza.
    Además de mandarte ánimos y oraciones (que soy de los del primer grupo…) comparto con Begoña la preocupación por que se acaben los cuentos. Aunque, pensándolo mejor, debo corregirme, ya que me hace mucha ilusión la idea de que algún día me los cuentes en la iglesia…
    En fin, que los cuentes donde los cuentes, no me cabe duda que serán buenos y nos harán felices a todos.
    Un abrazo.

    Me gusta

  19. Juan Luis, con lo que he tardado en comentar tu comentario me imagino que jamás llegarás a enterarte de que lo he contestado, pero que sepas que agradezco mucho tus oraciones.
    enacho, espero que me podáis seguir viendo y leyendo y todo lo demás. Y precisamente porque me embarcado en esto necesito más oraciones que el común de los mortales. No me seas rácano, que salen baratas. Y, por supuesto, puedes contar con mis oraciones.
    Rafa Saiz, gracias a ti, por seguir siendo uno de los más fieles seguidores de este blog. Ya sabes, si en algún vuelo pasas por Pamplona no dejes de saludar.
    Rafa Saiz jr, yo también espero que no se acaben nunca los cuentos, porque estoy convencido de que la vida es cuento (no sé dónde he leído yo esa frase). Espero que te vaya todo estupendamente por allí, pero eso casi que lo despachamos más discretamente en un e-milio.
    Ángel, qué alegría ver que has aterrizado por aquí. Y muchísimas gracias por el apoyo. Me temo que este curso tendré difícil escaparme para la cena de promoción.

    Me gusta

Deja un comentario