La rima de tu prima

Hoy estaba estudiando como un campeón hasta que ha venido un amigo y he decidido hacer una pequeña pausa de quince minutos, que como bien sabíamos los dos se han convertido en un par de horas. Eso sí, de lo más divertidas y enriquecedoras: hemos arreglado un poco el mundo, que falta le hace, e incluso hemos acabado hablando de poesía: él piensa que el poema te tiene que brotar perfecto, que si lo que haces es trabajarlo durante un par de horas no haces poesía, sino literatura. Y la verdad es que no le salen malos poemas: habría qué ver qué le saldría si le dejase a la Musa currárselo un poquito más.
También se me ha indignado porque le he confesado que alguna vez, para los cuatro poemas chorras que he escrito porque la poesía es una de las gracias que el cielo no quiso darme (como a Cervantes: cualquier día escribo El Quijote), decía que se ha indignado porque le he dicho que he utilizado un diccionario de rimas: sí, lo confieso, he rimado.
Por cierto, si alguno no es tan purista como mi amigo artista, y por rimar se muere, que mire aquí si quiere. Esta página ofrece un diccionario que te evitará el calvario de buscar la palabra acertada para una poesía bien rimada…
No, no soy tan cutre, para el feo párrafo precedente no usé diccionario tan indecente, sólo de una rima me nutre para acabar el presente.
(Quizá sea buena ocasión para dejar la oposición, creo que enloquezco por momentos: ¿qué será de mis cuentos?).
Pero, por cierto, Maite, ¡qué alegría!
Pensaba que ya nadie me leía.