Exámenes de septiembre

Esta tarde he ido al Instituto para poner los exámenes de septiembre y ahora los tengo en la mesa esperando para ser corregidos. Así, de primeras, las expectativas no son muy esperanzadoras: quien no ha sido capaz de seguirte durante el curso y ha pensado que ya arreglaría el desaguisado durante el milagroso verano se suele dar cuenta de que lo milagroso no es el verano, sino el curso siguiente en el que se dará cuenta de que lo milagroso no es el curso siguiente, sino el verano y así sucesivamente con su correspondiente agobio y frustración.

Algunos llegan ya derrotados de antemano: «profe, no he estudiado»… Pero no me digas eso, mantén tus cartas ocultas, imagínate que se te sienta delante quien sí ha estudiado y puedes conseguir alguna información adicional… Ahora ya me has dejado condicionado, cuando coja el examen mi subconsciente dirá puff, si no ha estudiado, qué podemos esperar. Peor es el que intenta meterte presión: «profe, apruébame, que, si no, me mandas a adultos». Lo siento de veras, pero a adultos te vas tú por tus propios méritos y si resulta que te apruebo por pena, sin merecértelo, en lugar de hacerte un favor te estaré perjudicando, porque lo mismo lo que te viene realmente bien es darte cuenta de que para conseguir las cosas hay que esforzarse.

Por fortuna también están los que no te dicen nada y tardan en salir del examen. Suelen ser los menos. En septiembre hay pocos aprobados, pues es más fácil que en verano se amplíen las lagunas en lugar de cerrarse… Con todo, estoy a favor de estos exámenes por lo que tienen de última oportunidad y por lo que tienen de cierto escarmiento: si has pasado el curso sin dar un palo al agua, no te viene mal quedarte estudiando mientras tus amigos disfrutan de la calle… La pena es eso, que la mayoría no ha dado un palo al agua y ha estado disfrutando de la calle y va a tardar más en darse cuenta de que la vida va en serio y cuando se quiera dar cuenta va a estar todo muy cuesta arriba y entonces entra la tentación de dejarlo todo y mirar hacia la cuesta abajo y dejarse caer: todavía no he conseguido asimilar que los nueve primeros de la ESO que tenemos en el Instituto, se convierten en cinco cuartos: es decir, de unos doscientos veinticinco alumnos, cerca de cien desaparecen sin haber titulado.

Glub, después de esto me da miedo ponerme a corregir…

2 comentarios en “Exámenes de septiembre

  1. Si te condicionas tu sólo!!!! Te pones a reflexionar sobre los 100 alumnos que desaparecen y ya está, es como los perros de Paulov. De todos modos, sé que la objetividad no existe y que tu inconsciente dirá, bueno, este es un tipo majo, esta ha estudiado un poquillo más que otras veces, este otro… lo hacemos todos. Y para colmo la promoción automática.
    Los exámenes de septiembre, más que última oportunidad, se convierten en un reencuentro de viejos amigos. Deberíamos planificar el curso teniendo en cuenta que existe septiembre y dándole una mayor importancia, no crees? Tampoco tengo ni idea de cómo hacerlo pero…

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