Los interinos

La figura del pobre interino está bastante desprestigiada. Interino es la persona que se ha presentado a la oposición y no ha conseguido plaza, a veces a pesar de haber aprobado. Entra entonces a formar parte de una larga lista y cuando hace falta cubrir un hueco llaman a un interino. Y lo tomas o te vas al final de la lista; da igual que se trate de una sustitución para un par de semanas o en el otro lado del mundo. Es lo que hay.

Además, si eres interino, los opositores de nuevo cuño te miran como a su mayor enemigo. Una persona a la que le van a regalar la oposición por el simple hecho de estar en la lista de interinos. Alguien que parte con una injusta ventaja frente a quien se presenta por primera vez…. Y todos esos que critican sin piedad a los interinos no son conscientes de que lo más probable es que ellos también acaben en esa lista y entonces empiecen a darse cuenta de que todo no es tan fácil. Y es mucho menos fácil el año de oposición, porque tienes que lograr conjugar las clases, el trabajo, las correcciones de exámenes, las angustias y problemas del día a día, con unas cuantas horas heroicas de estudio. Estás sometido a continua presión y más cuanto más cerca está el día del examen de la oposición: el final de curso nunca es apto para cardiacos. Prepararse una oposición es una de las formas de angustiarse más terribles que conozco y no sé yo si habría sido capaz de tener que presentarme una segunda vez. No fui interino, pero sé bien que podría haberlo sido y que si no lo fui fue, entre otras cosas, por los diez años de «interinaje» que pasé dando clases en un colegio privado, en el que tanto aprendí.

También corre el bulo de que los interinos nunca acaban de implicarse con el centro al que llegan, porque saben que hoy están aquí y mañana, seguro, en otro lado… Pero mi experiencia es bien distinta: la mayoría de los interinos que he conocido (que ya son unos cuantos, y más este año en el que cerca de la mitad del claustro está en esa situación), son gente trabajadora y responsable, implicada en la marcha del centro, capaz de dar excelentes clases, organizar partidos, ligas, revistas, actuaciones y lo que haga falta. Y eso, aunque muchas veces se hayan tenido que quedar con los despojos de lo que los demás profesores no han querido coger, porque a veces llegan al Instituto cuando ya está todo el pescado vendido.

Mañana es la oposición en Madrid y deseo de veras que cuantos interinos conozco dejen de serlo… y que nos volvamos a ver en algún destino definitivo.

5 comentarios en “Los interinos

  1. ¡Totalmente de acuerdo Eduardo! La lucha que hemos mantenido los interinos de San Martín de la Vega este año, debería recompensarse con una plaza automáticamente, sin oposición ni leches.
    Un abrazo grande.
    PD. Me encanta tu Lipdub.

    Me gusta

  2. Eduardo. Buenas vacaciones. He encontrado en otro blog una definición de lo que te pasa. Me gustaría saber tu opinión.

    Síndrome del blog desatendido, un SBD, esebedé para los amigos. ¿En qué consiste? En que actualizo el blog menos, mucho menos de lo que me gustaría. Cuando sufro un SBD, por el escritorio del ordenador deambulan varias entradas a medio escribir, que quizá no cuelgue nunca, y por mi cabeza rondan un par de ideas que no acaban de cuajar. Y así pasan los días.

    Esperemos que esta rara enfermedad se te cure pronto.

    Me gusta

  3. Pelirroja, de nada y mucho ánimo que esa plaza ya es tuya.
    Mawi, afortunadamente, a la mayoría de los que conozco les ha ido muy bien (ya sabes que para eso he empleado mis «influencias»).
    Mágico, enhorabuena por esa pedazo de gominola que te acabas de ganar con tu comentario (leer siguiente entrada).
    Begoña, esta vez no era tanto el SBD, como el hecho de que me di cuenta de que ya sólo quedaba un comentario para la gominola y preferí esperar a que surgiera alguno en lugar de tratar de provocarlo (has de reconocerme que esta excusa, cierta por otra parte, no la habías escuchado nunca a un SBD). De todas formas, no todos los síntomas coinciden conmigo: no dejo ninguna entrada a medio escribir, porque las escribo todas directamente en Internet y en ningún sitio las voy guardando, así que cuando los chicos de La Coctelera decidan cerrar esta página me llevaré un disgusto morrocotudo. Y cambiando de tema, creo que te mereces otra gominola, aunque sólo sea virtual, por tus ánimos y tu constancia.

    Me gusta

Deja un comentario