Lipdub peques

Hace un par de semanas (cómo pasa el tiempo y parece que fue ayer cuando quise escribir esto) fue el cumpleaños de mi señora madre, que cumplía ya los suficientes como para no tener que seguir levantándose tempranito a aguantar contribuyentes… El caso es que al preguntarle qué se pedía por su cumpleaños, invariablemente respondía: «un lipdub«. Y yo no sé si habrá muchas personas en el mundo que se pidan un «lipdub» por su cumpleaños, pero estoy casi convencido de que ha sido la primera abuela de la historia de la humanidad que se ha pedido un regalo parecido.

Para los que no estén muy puestos, un lipdub consiste en «un vídeo musical realizado por un grupo de personas que sincroniza sus labios, gestos y movimientos con una canción popular o cualquier otra fuente musical. Se suele realizar en una sola toma (plano secuencia), en la que los participantes hacen playback mientras suena la música en un reproductor móvil. No importa la calidad del sonido de la toma porque es en la edición posterior cuando se incorpora la canción como banda sonora. El hecho de que se trate de un plano secuencia hace muy fácil el proceso. Con estos vídeos, sus autores, además de realizar de forma colectiva una experiencia creativa, muy divertida y sin complicaciones técnicas, suelen tratar de mostrar el buen ambiente en una institución determinada: universidad, empresa, etc.» (lo iba a explicar con mis palabras, pero he visto que la Wikipedia lo deja bastante clarito).

Pues eso, que se pedía un lipdub y aprovechando que el día de su cumpleaños era el bauitzo de N., la última de sus nietas y de mis sobrinas, después de tomarnos un helado en la plaza de Manzanares el Real para celebrarlo, nos fuimos discretamente un rato al parque con los peques, mientras mis padres y los de mi cuñada se quedaban en la plaza…

Llegamos al parque y R. y G. sacaron los disfraces para los enanos. En un momento nos hicimos con una zona de columpios poco concurrida y pensamos un pequeño recorrido. En lugar de hacer el ensayo general, lo grabamos directamente. A. se encargó de la cámara y yo llevaba en un móvil la música que habíamos decidido el día anterior y que algunos habían conseguido aprenderse. Después de la primera grabación, volvimos a hacer otra y la verdad es que no soy capaz de decidir cuál quedó mejor, porque si bien es cierto que en la segunda se ve que está todo bastante más sincronizado y que la voltereta hacia la farola de G no tiene desperdicio, en la primera está el momento estelar en el que el pobre I hace mutis por el foro repentinamente desde lo alto del columpio y sale todo quizá más natural. No sé, se admiten votaciones.

Fue una pena que faltasen los que viven en Pamplona, pero no hay por qué preocuparse, porque el otro regalo consistía en que nos vayamos toda la famila en septiembre a una casa rural (o varias) y allí ya grabaremos un lipdub en condiciones.

Aquí tenéis el enlace a los dos vídeos. Probablemente uno de los primeros lipdub de la historia de la humanidad hecho con gente tan pequeña… Que lo disfrutéis.

5 comentarios en “Lipdub peques

  1. Pues no estaba tan desactualizada de tu blog como pensaba 😀
    A mi también me resulta difícil terminar de decidirme, porque los dos tienen sus cosas buenas y cosas malas, pero tras una larga decisión (y visualización), me voy a quedar con el segundo.

    Besos!

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