De una chuleta y otros puñales

Los finales de trimestre siempre son voraginosos y agónicos, uno entre tanto examen y cuaderno por corregir pierde la noción del tiempo e incluso se olvida de que de vez en cuando escribía en un blog sus pequeñas aventuras cotidianas.

Los finales de trimestre tienen también mucho de final de existencias y de ofertas que no podrás rechazar: «profe, si este fin de semana me leo tres libros, te hago cuatro resúmenes y te bailo una jota, ¿me apruebas?». Porque, a fin de cuentas, el aprobado es lo único que vale y da igual los métodos empleados para conseguirlo. Y en su desesperación algunos juegan con fuego y a veces se queman… y te queman. Como le ocurrió a X el otro día, cuando la mano le empezó a arder con una definición del Realismo y unos cuantos datos más. Y lo peor no es que alguien acuda a la memoria supletoria, cosa que entiendo perfectamente (de hecho considero el arte del chuleteo un arte auténtico, pero para mantenerlo en la categoría de tal ha de conllevar ciertos riesgos, que es la parte de la que me encargo yo: máxima libertad, máxima responsabilidad, pero si te pillo la chuleta te has caído con todo el equipo). No, lo peor no es que alguien recurra a las chuletas, lo peor es la negación de la evidencia y las disparatadas excusas que uno puede llegar a poner con tal de no reconocer que esta vez ha perdido: «no, si es de historia», lo normal, uno se apunta cosas de historia en la mano en la clase anterior al examen de lengua; «no, si es para estudiar», lo típico, uno para ahorrar papel aprovecha la superficie cutánea para hacer esquemas; «pero es que no se borra»… y al final qué culpa tiene uno de que lo que se ha apuntado en la mano sin querer no se borre. No sé, creo sinceramente que si la reacción hubiese sido otra, que si se hubiese reconocido con disimulada compunción el delito no habría sido yo capaz de aplicar la pena máxima (para junio la primera evaluación y eso que la pregunta que se había apuntado en la mano no le cayó en el examen). Por lo menos, también es cierto que X después sí ha tenido la sensatez de aceptar la sentencia sin queja e incluso ha seguido estudiando para los exámenes posteriores… Quizá le dé la oportunidad de presentarse al examen de recuperación.

Una de las ideas que con más frecuencia les repito este es que quizá consigan engañarme y que les ponga un positivo por unos deberes que no han hecho o que les dé por leído un libro que ni siquiera han abierto, «sí· -les repito mirando a cada uno a los ojos-, me estarás engañando, pero te estás haciendo daño». Y a pesar de todo algunos no pueden evitar intentarlo. Entre las actividades que tienen que hacer a lo largo del trimestre está un Cuaderno de Escritura (del que ya he hablado en algún sitio) que incluya algunas redacciones guiadas y otras de su libre invención… Y alguno no se da cuenta de que Internet es más pequeño de lo que parece y que «canta» demasiado cuando uno utiliza el copiar y pegar. Esta vez a quien he pillado en un renuncio ha sido a Z y también lo más doloroso no es que haya intentado colármela, sino que después de soltar yo en clase unas cuantas indirectas al respecto, no haya sido capaz de venir a darme explicaciones o pedir disculpas. Es más, cuando he intentado establecer una conversación en el pasillo para aclarar el asunto, su respuesta ha sido la huida ensordecida. Cómo decirle que lo que ha hecho es comprensible, que tampoco es para tanto, que no vuelva a meter el cuezo y que la próxima vez juegue limpio, que este puñal, quitado con cuidado, no me deja cicatrices…

Un comentario en “De una chuleta y otros puñales

  1. Edu, eres un crack como profesor, pero creo que esperas demasiada madurez de los chavales. Yo aún a día de hoy igual te salía por esas, «es que no se borra profe!» habrá casos puntuales que te vayan a pedir disculpas pero también porque te conocerán. Yo contigo no lo hice pero sí con algún otro profesor, que ya os conocíamos, agachába la cabeza un poquito porque sabía que así me libraba, contaba con vuestra piedad, y no porque me sintiera culpable…así que desconfía también de éstos. O no, porque como bien dices, para el aprobado, todo vale, y hacen muy bien…ellos te la intentan colar y tu intentas que no. Bueno, no todo vale, pero algunas cosas sí…

    Me gusta

Deja un comentario